Imito las neuras de aquellos a los que rechazé por no ser bastante para mi ego. Las tragué y al regujitarlas las observo sobre la mesa de operaciones; plumas, sangre y vísceras. Encuentro un placer pútrido en esta autopsia de la amistad que extraño y sin embargo no he llegado a tocar con mis manos. Mis manos se manchan; plumas, sangre y vísceras. Trago las neuras esta vez mías; plumas, sangre y vísceras.
Se acerca la nube de tormenta buscando lluvia y mi paraguas se ha ido después de tantos vuelos.
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